Hoy os hablo del renacimiento de los mercados en una pequeña lista que empieza con Madrid y pasa por Valencia y Barcelona. Y es que como bien dicen «de Madrid al cielo», algo totalmente cierto, porque gastronómicamente hablando tienen una gran y entretenida oferta. Una ciudad que nunca duerme y en la que si algo abunda (y cada vez más) son los mercados gastronómicos (llamémoslo moda o buen hacer hostelero). Os destaco algunos para que os animéis a ir.
Mercado de San Miguel, Madrid:
A escasos metros de la Plaza Mayor, está ubicado uno de mis mercados favoritos. Los antiguos puestos de venta son ahora bares y barras con mesas altas donde degustar las mejores tapas. ¿Qué tiene de bueno y de diferente este mercado? Puedes hacerte hueco en cualquier espacio o barra y no hay problema en traerse montaditos o consumiciones de otros puestos.
Nuestro ritual: colocarnos justo en la parada situada enfrente de «la casa de bacalao» y pedir unos riquísimos pimientos al padrón salteados y el montadito más rico del mercado, el de gulas. Ni en la parada especializada de gulas consiguen este increíble sabor. Mezclado con un poco de mayonesa, lleva un toque de lima y guindilla, además de una lámina de ajo. Mientras pido un buen vermut o un verdejo fresco, José se las ingenia rápidamente para traer lo imprescindible mientras nos elaboran los platos.
Que no te puedes perder:
– Cucurucho de longanizas o de jamón en la parada de Carrasco Guijuelo.
– De la parada de quesos, unos trozos de Stilton.
– Una ración de aceitunas rellenas.
Los clásicos:
– Tosta de Salmón con mostaza.
– Tosta de pulpo a la gallega.
– Brandada de bacalao.
– Tosta de arenque con mostaza.
Las tostas son a 1€, un buen precio para la grandísima calidad del producto. En el mercado tenéis infinidad de variedad, desde puestos de burrata, mariscos, frituras, fruta y pasta fresca. Sin duda, la mejor de las elecciones si estas por madrid y quieres comer de una forma informal.
Mercado de San Antón, Madrid:
Situado en pleno barrio de Chueca, consta de tres plantas. La primera, repleta de tiendas: panaderías, carnicería, pescaderías,etc. (a destacar una parada de frutas preciosa por su colorido y el display del producto).
La siguiente planta (con acceso por escaleras mecánicas), tiene diferentes leitmotivs: paradas de sushi, carne, tapas, y unas cuantas mesas altas para sentarte. Un concepto distinto al de San Miguel, más estrecho, y donde la gente se suele sentar. En la planta superior hay un restaurante que no está mal llamado ‘La cocina de San Antón’, con una buena terraza donde tomar un poco de aire fresco, y por qué no, un aperitivo.
Platea, Madrid:
Un multiespacio gastronómico situado en la Plaza Colón (ubicado en el antiguo cine Carlos III). Un concepto más «lujoso» de mercado. 6000 metros cuadrados de gastronomía y alguna estrella Michelin (en sus inicios llegaron a ser 6 estrellas Michelin las que allí se concentraban, luego algún que otro chef abandonó). El espacio cuenta con una pantalla inmensa y un escenario para actuaciones en directo. Ahora mismo tenemos la gran suerte de que se a unido al proyecto el apreciado cocinero Ricard Camarena con Canalla Bistro Madrid.
En la planta baja se encuentran paradas de guiso, pizzas, sushi, y para los amantes del dulce allí tienen la pastelería por excelencia Mamá Framboise.
Mercado San Idelfonso, Madrid:
Situado en plena calle de Fuencarral, lo recomiendo para el tardeo. Un buen plan es ir de compras y acabar tomando una copa aquí. De ambiente joven, tiene dos terrazas para que disfrutes del aire libre. Es un mercado solidario y apoya mucho el arte con actividades culturales de todo tipo.
Mercado de Boquería, Barcelona:
Abarrotado siempre de turistas, no deja por ello de ser uno de los mercados más interesantes de la ciudad, donde abundan los puestos de dulce y fruta.
Mercado Central, Valencia:
El mercado está situado en el centro histórico, junto a la Lonja de la Seda y la Plaza Ciudad de Brujas. Contiene casi 400 puestos de pequeños comerciantes y es uno de los más grandes de Europa dedicado al producto fresco. Marisco, verduras, frutos secos, miles de referencias de cerveza, productos de cocina internacional, paradas de huevos de avestruz, panadería rústica, buen jamón, hasta un puesto de almuerzos: el Central Bar by Ricard Camarena. Cuando voy a comprar siempre hago aquí parada para tomarme unas croquetas de pollo a l’ast. Increíbles, tan deliciosas como el bocadillo del día.
Es uno de los grandes atractivos de la ciudad, arquitectónicamente precioso. Un lugar muy apreciado por los valencianos, con excelente calidad y variedad en los productos. Imposible irte de allí con las manos vacías.
Muchas gracias Ángela!!!, sin duda visitaré y degustaré tus recomendaciones.
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